Exterogestación: Los segundos nueve meses “gestando”

Muchas de ustedes se preguntarán ¿A qué me refiero?, pues estamos acostumbrados a hablar de 9 meses de embarazo y nada más ya que hemos entendido que la gestación termina con el parto y fin de la historia…

La realidad es que los seres humanos continuamos nuestra maduración fuera del útero; fenómeno conocido como “exterogestación” y para ello los siguientes 9 meses después del parto son vitales tanto para mamá como para bebé. Dentro de ese periodo de desarrollo, se identifica la famosa “cuarentena”, también se le conoce como “postparto” y erróneamente consideramos que éste termina a los 40 días, ya que en algunos países del mundo, incluido México; el periodo de incapacidad o licencia de maternidad es de 42 días. 

Al término del embarazo, en plena exterogestación; la atención del binomio; mamá e hijo da un giro enorme; pues durante el embarazo, el ginecólogo se encargaba de monitorear su bienestar y a partir del parto son evaluados de forma independiente; en el mejor de los casos por especialistas distintos. El ginecólogo revisa la salud de mamá a la semana después del parto si es que todo marcha bien y el pediatra realizará lo propio con el bebé. Ese punto de inflexión en la atención de mamá e hijo es en donde quiero enfocarme, ya que en automático mamá tiene la encomienda de “alimentar” a su bebé para lograr que éste se desarrolle óptimamente. ¿Y quién cuida de mamá los primeros días? ¿Mamá ha desarrollado el instinto de amamantar a su hijo? ¿Si logró amamantar y regresa al trabajo, sabe como continuar con la lactancia?

El fomento, apoyo, difusión y promoción de la lactancia materna es esencial para lograr el sano desarrollo y bienestar del binomio, pues los beneficios son para ambos, no solamente para el bebé. Inclusive los beneficios trascienden más allá de la familia, la comunidad, en cuestión laboral y además cuidando del planeta al disminuir la huella ecológica al no alimentarlo con fórmula láctea. Mamá no tendría por que atravesarlos en soledad, con dolor físico al amamantar, con dolor emocional por no confiar en que está haciendo lo mejor por cuidar de su bebé fuera del útero, por mencionar algo.

¿Cómo ofrecerle al binomio mamá e hijo la seguridad, calor y confianza que necesitan para sobrevivir? Siendo empáticos con ellos; que se involucre la pareja, que se cree una red de apoyo efectiva para darle soporte y acompañamiento a mamá, que cuente con asesoría en lactancia, atención médica y contención. Solo así conseguiremos que dentro de los segundos 9 meses; mamá y bebé sean considerados el centro de nuestra atención y logren su óptimo desarrollo.

¿Y tú, estás siendo empático con mamá y bebé?

Diana Vargas.